Preparar torrijas es una de las ideas más recurrentes a la hora de querer aprovechar el pan que ya se nos ha quedado duro. Y no sólo por este motivo se prepara esta receta “de toda vida” sino también porque están deliciosas y son muy fáciles a la par que versátiles. Parece mentira que de algo tan aparentemente molesto como el pan endurecido “de ayer” pueda salir cosas tan deliciosas. Hay que ponerle ganas e intentar desperdiciar nuestra comida el mínimo posible.
Como la receta de torrijas lleva tantísimo tiempo existiendo, han ido surgiendo unas cuantas variantes para prepararlas de otras formas adaptándonos un poco a los tiempos que corren. Existen recetas de torrijas de leche, torrijas con miel, torrijas de vino tinto, de chocolate, a la manzana e incluso rellenas. Aun así, yo aquí os voy a enseñar la receta de torrijas tradicional, las torrijas de leche. Si eres intolerante a la lactosa o directamente no tomas leche, puedes sustituirla por bebidas vegetales: soja, avena, almendras e incluso ¡con horchata!. El sabor variará un poco, obviamente, pero quedarán igual de ricas y jugosas. Por otro lado, también existe un pan especial para preparar torrijas pero no pasa nada si no lo tienes: con tener pan duro sobrante te bastará. Perfecto, ¿verdad?
Te recomiendo que una vez prepares tus torrijas, las consumas el mismo día que las vayas a hacer. Es ahí cuando están más ricas. Y no solo eso, esta preparación no aguanta demasiado bien el paso de los días. Por esto mismo, haz justo la cantidad que veas que vas a consumir lo antes posible. Si te sobrasen, entonces conserva las torrijas en un lugar fresco, no las dejes ni en la nevera ni en sitios donde la temperatura ambiente sea calurosa.
Anteriormente ya te enseñamos cómo preparar pan casero, ¿lo has visto ya?
Cómo preparar unas deliciosas y tradicionales torrijas
Ingredientes para hacer las torrijas
- Pan duro de días anteriores (la cantidad que tengas, preferiblemente una barra)
- 1 L de leche entera
- 3 huevos
- 100 gr de azúcar
- Canela en polvo y una rama de canela
- Cáscara de medio limón
- Aceite de oliva
:arrow: Tiempo de preparación: 20 minutos
:arrow: Personas: la cantidad variará según el pan del que dispongas
Si no puedes tomar azúcar también las puedes hacer sin él o bien con unas gotas de edulcorante líquido.
Preparación de las torrijas
Preparar y empapar las torrijas
- Corta el pan en las rodajas que prefieras. Si son rodajas un poco gruesas mejor, te quedarán unas torrijas más jugositas.
- Cuando ya lo tengas, infusiona la leche para que quede con un sabor más rico. Para esto, lleva una cazuela al fuego y añade la leche con una rodaja de piel de limón, canela en rama y un poco más de la mitad del azúcar que tienes. Justo antes de que empiece a hervir la mezcla, retira el cazo del fuego. Deja enfriar la infusión de leche y retira todos los ingredientes que le has añadido con alguna cuchara o espumadera.
- Ahora coge un recipiente hondo (bandeja o fuente) y coloca los trozos de pan que habías cortado previamente. Colócalos uno al lado del otro aprovechando bien el espacio. Cuando lo tengas, echa la infusión de leche por encima hasta que queden bastante cubiertas las rodajas. Déjalas absorber la mezcla durante 10-15 minutos. Esta cantidad de tiempo variará en función del grosor de tus rebanadas. Para saber si están listas, tócalas por el centro para ver que ha empapado toda la miga.
A freír las torrijas
- Una vez ya estén infusionadas las rodajas, bate los huevos. Después, introduce las rebanadas una a una dentro del cuenco donde hayas batido los huevos.
- Coge una sartén y pon a calentar el aceite en fuego medio-alto hasta que esté listo para freír nuestras torrijas.
- Asegúrate de ir friendo las torrijas por ambos lados, para ello dales la vuelta en el aceite con ayuda de unas pinzas o una espátula. Te recomiendo que las vayas haciendo una a una o de dos en dos, no más de golpe. No te llevará más de 1-2 minutos cada torrija para que esté lista, fíjate en que queden bien doraditas.
:idea: Si vas a freír una cantidad grande de torrijas porque lo necesitas, de tanto en tanto coge una espumadera y retira los restos de huevo que puedan ir quedando en el aceite.
El toque final de las torrijas
- Cuando ya hayas hecho todas las torrijas, te recomiendo que cojas papel de cocina y lo pongas en un plato para colocar las torrijas encima. Así te asegurarás de que el papel de cocina absorbe todo el aceite sobrante.
- Hecho esto, aplasta las torrijas una a una sobre el plato con alguna espátula para que cojan forma.
- El toque para finalizar la receta tradicional se le da con el azúcar que te ha sobrado y la canela en polvo. Para ello, mezcla ambos ingredientes dentro de algún recipiente. Cuando lo tengas, espolvoréalo por encima de cada una de las torrijas. Si lo prefieres, las puedes rebozar en esa mezcla (como hiciste con el huevo) en vez de espolvorearla: tú eliges.
Decoración y presentación de las torrijas
Esto ya es a gusto personal. Son tan versátiles y neutras que les puedes añadir casi de todo en el emplatado final. Aquí te he enseñado a hacer las clásicas con leche, azúcar y canela, que ya le dan un toque muy especial y creo que es perfecto. No obstante, si quisieras ir más allá le puedes añadir algo de fruta, como por ejemplo frutos rojos para que le de un sabor ácido y contra-reste un poco el dulzor. Si no, puedes obtar por echar por encima un chorro de miel, sirope de arce o de leche condensada para los más golosos.
Alternativas a las torrijas para aprovechar el pan duro
Realmente, existe la forma para hacer que el pan duro se asemeje un poco al recién hecho. Hay un truco que es el el siguiente: corta el pan en rebanadas y espolvorea un poco de agua porencima. No lo mojes demasiado, solo humedécelo. Cuando ya lo tengas, introduce las rebanadas en el horno (colocadas lo más alto posible) durante 5-10 minutos a 180º.
Este es un truco maravilloso pero sólo tendrá efecto real en el momento en el que se haga. Si las rebanadas no las comes en el momento, entonces tu pan quedará ya “peor” que antes. Por eso, si esta idea no te convence del todo (ni la de las torrijas) o simplemente te interesa saber qué otras formas existen para aprovechar el pan duro, este es tu apartado. Aquí te voy a enseñar cuatro formas distintas y muy sencillas para que no acabes tirando tu pan a la basura. Lo mejor es que, igual que con las torrijas, todo pan es válido; sin gluten, integral o de otros cereales.
Alternativa a las torrijas; pan rallado casero
Hacer tu propio pan rallado es increíblemente sencillo, seguro que a partir de ahora no pararás de hacerlo en vez de comprarlo. Coge el pan duro del que dispongas y con cuidado córtalo en trozos para facilitar el trabajo. Cuando lo tengas, coloca los trozos en una picadora o procesador de alimentos. De ahí, deberás picarlo según como quieras que sea tu pan rallado: más grueso (menos tiempo) o más finito (más tiempo). Cuando lo tengas listo, tienes dos opciones para continuar:
- Añadir perejil picado, queso… condiméntalo con lo que prefieras añadir y listo.
- Esparcer las migas en una bandeja y hornearlas a 150º durante unos 15 min. Después de eso, déjalo enfriar y ya lo tendrás listo. Esto hará que se seque del todo el pan y también que no se estropee con moho tan rápidamente. Si tu pan está ya muy seco entonces no hagas este paso, haz el anterior si lo necesitas.
Para guardar y conservar tu pan rallado para otros días, procura meterlo en un recipiente hermético y guárdalo en algún lugar fresco y seco. Puedes incluso introducir algunas hojas de laurel dentro del recipiente para atrasar aún más que se ponga en mal estado.
Alternativa a las torrijas; pan de ajo
Qué rico ¿verdad? y también super fácil, lo creas o no. Para poder realizar el pan de ajo, a parte del propio pan necesitarás: 1-2 ajos, 125 gr de mantequilla, perejil, sal (o sal de ajo) y pimienta.
Coge un bol y echa la mantequilla a temperatura ambiente. Remuévela hasta que quede cremosa, tipo pomada. A continuación, añádele la sal, pimienta, el perejil picadito y los ajos. Tritura bien antes los ajos con un prensador/machacador.
Una vez tengas esta mezcla hecha, espárcela por encima de los trozos de pan que tengas. Úntala uniformemente. Cuando ya esté, coloca todas las rebanadas de pan untadas con la mantequilla de ajo en una bandeja de horno protegida con papel vegetal. Deja tus panes de ajo en el horno gratinando hasta que veas que se ponen dorados, tardará unos 10 minutos. Puedes dorarlos solo por un lado o por los dos, como prefieras.
Alternativa a las torrijas; sopa de ajo o sopa castellana
Esta rica sopa de ajo -o sopa castellana- no sería lo que es si no llevase pan duro entre sus ingredientes. Rica, sencilla, con pocos ingredientes y perfecta para entrar en calor. Como con casi todas las recetas, hay muchas variantes. Yo aquí te enseñaré la forma más sencilla con la que podrás preparar su sopa de ajo con tu pan de hace unos días.
Para realizar una sopa en cantidad individual o para dos personas necesitarás una barra de pan (ó 3/4), 4-5 dientes de ajo, pimentón dulce, sal y 1L de agua. Trocea bien el pan en primer lugar. Seguidamente, lamina los ajos y ponlos a freír en una cazuela con aceite de oliva. Cuando los ajos empecen a estar tostaditos, añade el pan y remueve bien. Después de rehogarlo bien, añade el pimentón dulce, la sal y el agua. Deja el fuego a nivel medio-alto hasta que hierva. Cuando hierva, tapa la cazuela y baja el fuego. Deja cocinarse la sopa unos 10-15 minutos. Cuando ya esté, utiliza un tenedor para remover e integrar bien el pan que se habrá deshecho.
Alternativa a las torrijas; picatostes
Por último, esta es otra facilísima manera de aprovechar el pan de días anteriores. Coge tu pan y trocéalo en forma de dados, procurando que no sean de mucho más de 1 cm de tamaño. Cuando los tengas, puedes hacerlos o bien al horno (pre-calentado 180º durante 20 minutos) o bien salteándolos en la sartén (3-4 minutos) . Si optas por saltear los picatostes, puedes hacerlo con aceite o bien con mantequilla.
El toque final para tus picatostes ya será al gusto. Los puedes sazonar con sal y pimienta o bien puedes añadirle las hierbas que prefiera e incluso queso parmesano.
- Pan duro de días anteriores (la cantidad que tengas, preferiblemente una barra)
- 1 L de leche entera
- 3 huevos
- 100 gr de azúcar
- Canela en polvo y una rama de canela
- Cáscara de medio limón
- Aceite de oliva
- Corta el pan en rodajas del tamaño y grosor que prefieras.
- Infusiona en una cazuela a fuego medio la leche con una rodaja de piel de limón, canela en rama y un poco más de la mitad del azúcar que tienes.
- Coge un recipiente hondo y coloca los trozos de pan uno al lado del otro. Échales la infusión de leche enfriada por encima hasta cubrir. Déjalas 10-15 minutos hasta que empapen bien.
- Bate los huevos. Empapa las rebanadas con esos huevos.
- Coge una sartén con aceite y cocina las torrijas a ambos lados de una en una o de dos en dos.
- Coge papel de cocina y retira todo el aceite sobrante colocándolo debajo de las torrijas encima.
- Mezcla el azúcar y la canela en polvo y reboza o espolvorea por encima de las torrijas.